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MOTIVO: AGUSTÍN DE BETANCOURT EN LONDRES: ¿INVESTIGADOR O ESPÍA?

… La máquina de vapor señala para Europa y el mundo el inicio de la revolución industrial. El auge alcanzado por la mecanización en el siglo XVIII imponía la necesidad de un motor universal como fuente excepcional de energía para impulsar el desarrollo de las nuevas fábricas. En las últimas décadas del siglo XVIII se introdujeron en Francia las primitivas máquinas de vapor Watt. Las primeras fueron instaladas por la firma Hermanos Périer, concesionaria del invento, en Chaillot (1781 y 1786), con el objetivo de facilitar el abastecimiento de aguas de París. Pero las máquinas nuevas, las de doble efecto, eran desconocidas por estar prohibida su exportación. Inglaterra las reservaba para sí, como si se tratase de un auténtico secreto de Estado.
Este es el momento, 1788, en el que entra en acción el penetrante ingenio de Agustín de Betancourt. Desde su llegada a París le había subyugado la idea de diseñar una máquina de vapor, propósito que se convirtió en realidad a finales de 1788 al conseguir construir la “bomba de fuego”. El 11 de noviembre la embajada española da cuenta de ello en una carta donde anuncia la partida para Inglaterra del técnico-inventor: “Ha marchado ayer por tres semanas, respeto de que está trabajando en el día en una bomba de fuego, para la cual tiene… medios de hacer nuevos descubrimientos”.
Betancourt va a permanecer en Londres y Birmingham por espacio de tres semanas largas, desplegando una actividad inusitada. Como podrá sospecharse el principal objetivo era enfrentarse con los últimos modelos de la máquina de vapor de Watt y Boulton, sociedad explotadora del ingenio. Pero esta firma, establecida en Birmingham, no se mostró dispuesta en compartir sus secretos con extraños y, menos aún, con extranjeros. Le recibieron con cortesía y le mostraron diversos ingenios, ocultando siempre la máquina de vapor. De retorno a Londres pudo al fin contemplar en una industria harinera, cerca del puente de Black Friar, la anhelada máquina, resguardada totalmente por sus cubiertas exteriores. Betancourt puso en juego a un tiempo sagacidad e intuición; observó que el nuevo modelo carecía de las cadenas con las que el vástago del cilindro de vapor y el del cilindro de la bomba se acoplaban al balancín. Por pequeños detalles cazados al vuelo, descubrió también que el émbolo del cilindro motor actuaba con igual fuerza hacia arriba que hacia abajo. En consecuencia, quedaba claro un dato muy importante: el nuevo modelo de Watt era de doble efecto.
De retorno a París (10 de diciembre) se encerró por espacio de varias semanas en el taller-laboratorio, consiguiendo sacar adelante la máquina de vapor de doble efecto.
… Puede afirmarse que Betancourt sólo tomó del ingenio de Watt el principio teórico de su funcionamiento. Por esta circunstancia hay que considerarlo como un auténtico redescubridor de la máquina de vapor. El mecanismo de transmisión y transformación del movimiento rectilíneo del émbolo, así como el de distribución de vapor, eran totalmente originales.

CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN LA ESPAÑA ILUSTRADA. CAP. III (Antonio Rumeu de Armas)

Vídeo AGUSTÍN DE BETANCOURT (Desiree Hdez)

DISEÑO MÁQUINA DE VAPOR DE DOBLE EFECTO DE BETANCOURT

DISEÑO MÁQUINA DE VAPOR DE DOBLE EFECTO DE BETANCOURT

draga con máquina de vapor

draga con máquina de vapor

Contribución de las CIENCIAS SOCIALES a la adquisición de las competencias básicas

La amplia composición de la materia de Ciencias Sociales, Geografía e Historia facilita al alumnado que mediante su aprendizaje pueda desarrollar la práctica totalidad de las competencias básicas que recomienda la Unión Europea y determina la LOE, y que deberán ser adquiridas con cierto punto de dominio durante esta etapa educativa.

Nuestra materia contribuye en distinta medida al logro de las ocho competencias básicas, unas muy identificadas con la propia naturaleza de las Ciencias Sociales, y otras que deberán ser concretadas con mayor especificidad desde las distintas materias que constituyen el currículo como un fin común interdisciplinar. Ayudaría a ese objetivo el planteamiento de nuevos criterios organizativos, la consideración de innovaciones metodológicas y el empleo de otros recursos educativos, de manera que todos los aprendizajes confluyesen con un mismo fin: alcanzar el dominio competencial que prepare al alumnado para la vida académica y profesional.

Indudablemente, se trata de contribuir desde la materia al desarrollo de las competencias utilizando estrategias que permitan trabajar los conceptos, procedimientos y actitudes.

La competencia social y ciudadana está íntimamente ligada al objeto de nuestra materia. La aportación de la Historia es fundamental para la consecución de esta competencia, porque de los errores del pasado, del conocimiento de sus causas y consecuencias, así como de los logros que la humanidad ha protagonizado, los alumnos y alumnas pueden llegar a establecer determinadas conclusiones de la evolución social y les servirá para la consolidación de un talante crítico y democrático. La comprensión de los hechos exigirá muy a menudo el ejercicio de la empatia, pero sin perder la perspectiva del tiempo y ejerciendo siempre la crítica oportuna ante las situaciones de injusticia y discriminación. Este conocimiento deberá facultar al alumnado para vivir, convivir y cooperar en una sociedad democrática cada vez más libre y solidaria. También lo acercará a la pluralidad y diversidad, a ejercitarse en habilidades sociales, de valoración, de respeto y de colaboración, entre otras.
Los contenidos canarios favorecerán el conocimiento de los rasgos que identifican a la comunidad canaria y desarrollarán el sentimiento de pertenencia a un lugar. Se sugieren actividades de trabajo en grupo que se centren en el estudio de la historia de las Islas Canarias (cultura aborigen, conquista, colonización, integración europea, etc.) y en el conocimiento del medio (relieve, clima, recursos naturales, espacios protegidos...). Se pueden realizar debates sobre temas que presenten un interés social (agua, migración, medioambiente...), en los que el alumnado deberá seguir unas reglas de diálogo y participación establecidas, practicando la comprensión y el respeto.

La materia contribuye de forma relevante a la adquisición de la competencia de conocimiento e interacción con el mundo físico porque esta se centra en la interrelación de las personas con el mundo que las rodea y esa es la temática de estudio de la Geografía y la Historia. En concreto, esta competencia ayuda a la adecuada percepción y análisis del espacio físico en el que se desarrolla la actividad humana, ya que constituye el principal objeto de la Geografía, dedicada al estudio de la distribución espacial de los distintos fenómenos y hechos, así como a la mutua influencia entre el medio y las personas. Esta competencia desarrolla la capacidad de localizar, observar, interpretar, representar, analizar y comprender el espacio físico para responsabilizarse de su respeto y conservación. Esta materia posibilita el conocimiento del medio y la concienciación sobre ciertos problemas como el riesgo de sobreexplotación, la contaminación, la necesidad de obtener recursos de una manera responsable y sostenible. En este sentido, la competencia adquiere un empeño preferente para el alumnado de Canarias, ya que la fragilidad de las Islas requiere una aplicación diferenciada,
Es recomendable para la adquisición de esta competencia llevar a cabo actividades de resolución de problemas, búsqueda de soluciones alternativas, elaboración de sencillas estrategias, confección de mapas básicos y temáticos, salidas complementarias al entorno y trabajos realizados tanto de forma individual como grupal en los que se expongan las ideas con juicio crítico, respeto, e interés por el cuidado y protección del medio. Sería interesante la propuesta de una monografía en la que se analizara un tema actual, tanto desde una perspectiva geográfica como histórica.

Esta materia presenta una estrecha vinculación con la competencia cultural y artística, pues supone un acercamiento a las diversas manifestaciones culturales, especialmente a las europeas, de manera que el alumnado, conociendo el amplio patrimonio histórico y artístico, sienta la necesidad de valorarlo y conservarlo. Con la observación y estudio de obras de arte se contribuye a ese objetivo mediante el tratamiento de las creaciones artísticas y culturales, así como de las distintas técnicas y corrientes y de los estilos artísticos.
Para la consecución de dicha competencia se pueden verificar análisis básicos y dirigidos de obras de arte, propiciando, por un lado, el disfrute estético y el cultivo de la sensibilidad de los alumnos y alumnas y, por otro, el desarrollo del pensamiento crítico, ya que la percepción de la obra implica comprender a sus artífices y, por ende, su contexto histórico. Resulta oportuna la incentivación de la lectura como procedimiento privilegiado para conseguir los conocimientos que apoyen la adquisición de unos valores claros y personales. También la utilización de una filmografía adecuada ayuda a la imaginación y a situarse mejor en la época que se estudia. Otra contribución al desarrollo de esta competencia es la elaboración de sencillos estudios sobre la cultura y el arte de Canarias, habida cuenta de que se trata de un medio idóneo para la práctica de trabajo de campo y para la visita de espacios culturales.

La competencia en comunicación lingüística es imprescindible para la adquisición y expresión del conocimiento y resulta indispensable para comprender y expresar a través de distintos códigos y habilidades lingüísticas las realidades geográficas e históricas. Se contribuye al logro de esta competencia de manera continua mediante el empleo del vocabulario específico de las disciplinas que conforman la materia, terminología que el alumnado iría incorporando a su lenguaje, sustituyendo términos o expresiones poco ajustados al tratamiento de los contenidos. De igual modo se refuerza con el uso de aquellas palabras que tienen un claro valor funcional en el aprendizaje de la materia.
Los procedimientos más comunes serían el comentario de texto histórico o geográfico, los análisis de imágenes artísticas, la lectura de mapas y la interpretación de gráficos.
La lectura de los libros de determinados géneros y temas (ensayos sobres aspectos historiográficos -en particular de la vida cotidiana-, novelas históricas, viajes...), la lectura de la prensa, y la consulta de enciclopedias, diccionarios de las distintas disciplinas que componen las Ciencias Sociales, atlas de Geografía e Historia, etc., podrían afianzar esa competencia. En fin, son recomendables las encuestas y entrevistas para la práctica y exposición resúmenes, de investigaciones en su entorno adecuadas a su nivel, etc.

El tratamiento de la información y competencia digital es una competencia con notorio peso y utilidad en las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, pues constituye una importante herramienta de trabajo cuyo dominio resulta muy útil en la búsqueda, obtención y tratamiento de información, procedente de la observación de la realidad y de una variada gama de fuentes (escritas, gráficas, audiovisuales...), así como en la comunicación de las conclusiones de los trabajos e indagaciones. Son importantes para la adquisición de dicha competencia la distinción entre los aspectos relevantes y los menos importantes, la relación y comparación de fuentes o la integración y el análisis de la información de forma crítica. Sería oportuna la realización de tareas relacionadas con la utilización de soportes digitales, fuentes visuales y audiovisuales, así como el recurso a las web-quests, aplicaciones informáticas específicas de la materia y páginas web que el profesorado establecerá con un criterio pedagógico. En esa línea, una parte de los trabajos de los cursos 3.° y 4.° podrían ser elaborados y expuestos en formato digital.

El estudio y la explicación de la realidad social necesitan con frecuencia la cuantificación de datos para lograr su completa dimensión, alcanzando la competencia matemática una utilidad práctica, en especial en la disciplina de Geografía. Desde la materia se retuerza la competencia mediante la extracción de datos estadísticos y la elaboración y/o interpretación de gráficos, tasas, escalas, ejes cronológicos, tablas, pirámides de población, climogramas, sistemas de proyecciones cartográficas, coordenadas geográficas, etc.
Esta competencia se inserta, por tanto, en la materia de manera natural, recurriendo a los números para realizar operaciones sencillas, como fuente de información y como forma de expresión, ayudando a la comprensión y valoración de aspectos físicos, económicos, humanos e históricos.

Las Ciencias Sociales, Geografía e Historia favorecen la competencia para aprender a aprender en cuanto parte de las tareas pueden diseñarse para la asunción de un espíritu resuelto, abierto y creativo. Esta materia trabaja de manera habitual con técnicas de desarrollo intelectual que tienden a favorecer el aprendizaje mediante el estudio, la observación, la relación, el análisis de hechos, la distinción de lo principal y lo secundario, la realización de esquemas, los resúmenes, los mapas conceptuales, las exposiciones, la averiguación de significados, la sugerencia de temas de investigación... En la elaboración de trabajos individuales o de grupo los alumnos y alumnas planificarían proyectos, buscarían soluciones, resolverían dudas, explorarían nuevas estrategias. De esta manera el alumnado sería estimulado para desarrollar el pensamiento divergente y aprendería a participar en sociedad.

La materia contribuiría a la autonomía e iniciativa personal al favorecer el desarrollo de acciones de planificación y ejecución, así como procesos de toma de decisiones. Desde los primeros cursos realizaría debates, trabajos individuales o en grupos en los que lleve la iniciativa de su organización y destaque la creatividad, el análisis, la organización, la puesta en práctica y la revisión, una vez finalizados, para comprobar el grado de cumplimiento de los objetivos previstos.